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El papel del higrostato en la salubridad del aire

Publicado por S&P          abril 26, 2017          Lectura: 2 min.

La humedad relativa es uno de los factores que determina la calidad del aire interior. Si ésta supera o está por debajo de los límites establecidos en el RITE, las condiciones interiores  no serán salubres. Por ello, es fundamental incorporar un higrostato a los sistemas de ventilación mecánica para mantener la humedad relativa entre el 40-60%, valores entre los cuales la normativa considera que se establecen las condiciones saludables del aire interior.

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El higrostato es capaz de medir y regular la humedad del aire en un espacio cerrado, como una habitación o una oficina, por lo que si la temperatura o la humedad aumentan o disminuyen, se conecta automáticamente para deshumidificar o humidificar el ambiente. Por esta razón, los higrostatos cumplen un papel fundamental a la hora de garantizar la salubridad del aire y a su vez conseguir la eficiencia y el confort interior.

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Cómo interviene la humedad en el confort térmico

El confort térmico no es únicamente una cuestión de bienestar dentro de un espacio tanto de ocio, como de descanso o trabajo, sino que tiene una gran importancia en la salud de los habitantes o usuarios de un edificio. Cuando la calidad del aire interior no es la adecuada, los niveles de estrés aumentan, disminuye la capacidad de concentración y se pueden producir enfermedades respiratorias.

Con los sistemas de ventilación mecánica se puede acondicionar la calidad del aire de cada habitación a las actividades que en ella se realizan en relación al espacio, el tipo de vestimenta de las personas que allí permanecen o la temperatura.  

Para ello, el control de la humedad relativa sigue siendo un factor fundamental a la hora de mantener correctamente la salubridad del aire. Si la habitación tiene un porcentaje de humedad relativa elevado, se incrementa la sudoración y sensación de calor, lo que en situaciones extremas puede provocar sensación de sofoco y mareos. Pero, si por contra la humedad relativa es muy baja, puede producir deshidratación de las mucosas y pérdida de calor del cuerpo.

La mejor solución para evitar los problemas relacionados con los niveles no adecuados de humedad es incorporar higrostatos en los diferentes sistemas de ventilación (desde la climatización hasta la extracción) que regulen automáticamente los porcentajes de humedad óptimos y garanticen el confort.

 

Mejora de la salubridad y la eficiencia energética

Para que un higrostato cumpla su función de medir el porcentaje de humedad relativa presente en el aire de la estancia, es necesario que previamente el usuario configure los niveles que quiere mantener en la habitación. De esta forma, el sensor que mide la temperatura y la humedad de la habitación puede comparar estos datos con los establecidos previamente y así activar el humidificador (en caso de déficit) o el deshumidificador.

Al ser el higrostato el mecanismo que activa y desactiva automáticamente el sistema según las necesidades que se requieran, se consigue mejorar considerablemente la eficiencia energética de los sistemas de ventilación. Al funcionar exclusivamente el tiempo necesario hasta alcanzar unos niveles óptimos de humedad, disminuyen la demanda energética del sistema y contribuye al ahorro energético del conjunto del edificio.

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